El debate sobre cuáles protectores solares escoger, es cada vez más importante. Son cosméticos que aplicamos en nuestra piel y conocer sus ingredientes y su uso es nuestro deber, para nuestra salud y la del medio ambiente.
Los filtros UV son un conjunto de sustancias que protegen la piel de las radiaciónes solares, garantizando la protección contra los rayos UVA y UVB. Se diferencian entre filtro físico o filtro químico, en función de su mecanismo de acción y las moléculas que los componen.
Los filtros solares físicos están compuestos por elementos minerales naturales, que se procesan y pueden reflejar los rayos UV como un espejo, formando una barrera en la piel.
Entre ellos encontramos:
- OXIDO DE ZINC (OXIDO DE ZINC –INCI), un polvo blanco muy útil en la formulación de ungüentos y cremas calmantes para niños y pieles sensibles e importante por sus multiples acciones como antiinflamatorio, cicatrizante, antiséptico, calmante y protector de la luz solar.
- ACEITE DE SEMILLA DE SESAMO (SESAMUM INDICUM SEED OIL – INCI), un aceite amarillo, obtenido del exprimido de semillas, utilizado en cosméticos para el cuidado de la piel y el cabello. Además, tiene propiedades lenitivas en caso de quemaduras solares y actúa como un filtro solar.
- El ACEITE DE SEMILLA DE FRAMBUESA (RUBUS IDAEUS SEED OIL – INCI) obtenido por prensado en frío de la semilla, es un excelente humectante, nutritivo, antienvejecimiento y capaz de absorber los rayos UV.
- ANNATTO, extraído de BIXA ORELLANA – INCI, una planta de la Amazonía, se utiliza en la formulación de protectores solares gracias a la presencia de carotenoides y por sus propiedades calmantes y lenitivas.
- RANGO-ORYZANOL (ORYZANOL – INCI) extraído del salvado de arroz, con propiedades antioxidantes. También tiene la capacidad de filtrar naturalmente la radiación UV.

Los filtros físicos, a lo largo de los años, gracias a la continua investigación, son mucho más ligeros y fáciles de aplicar, volviéndose invisibles en la piel. Además, son naturales y artesanales y se pueden aplicar antes de la exposición al sol sin esperar al menos 30 minutos.
En lo que respecta a los filtros químicos, su función es descomponer y absorber los rayos del sol por medio de moléculas sintéticas. Al absorber parte de la radiación solar, se liberan en forma de energía, lo que aumenta la sensación de calor en la piel.
Al enumerar algunas de las moléculas que componen los filtros químicos, encontramos octocrileno, octinoxato, benzofenona-3, etilhexil salicilato, butil metoxidibenzoilmetano, así como derivados del aceite, siliconas y conservantes peligrosos para la salud que, según estudios médicos recientes, pueden ser posibles disruptores endocrinos y causar fotosensibilidad y dermatitis.
Por otro lado, su precio es mucho más accesible que las cremas naturales y ofrecen una absorción más rápida en la piel.
Sin embargo, debemos de decir que, además del posible daño que puede causar en nuestro cuerpo, los químicos contenidos en este último solar, tanto cremas como aerosoles, contribuyen al daño a los corales, evitando su crecimiento, afectando a todo el ecosistema marino.
Por lo tanto, podemos aconsejar aplicar siempre un filtro solar antes de la exposición al sol, ya sea físico o químico, de acuerdo con nuestra propia conciencia, siguiendo algunas pequeñas reglas y nuestro sentido común, por ejemplo, no se exponiéndose al sol en las horas más calurosas, poniéndose protectores solares varias veces durante el día, especialmente después de nadar, y evitando exponer a los niños más pequeños al sol.